martes, 21 de diciembre de 2010

Un ideario constante y su procaz libreto. Opinión.


                   

                        …los sectores más reaccionarios a una posible movilidad social en Argentina aguardan cualquier flaqueza institucional, para arremeter y tumbar al gobierno                     


                                   Por Eduardo Pérsico. 

        Más que en ninguna clase social, en los sectores más altos de la escala es donde sus miembros más se ven obligados a un comportamiento colectivo. Algo que a primera vista parece contrariar a quienes, - férreos defensores de la libertad de elección individual en el discurso- están más vinculados entre sí hacia un objetivo común: la preponderancia de ese grupo sobre el resto de la sociedad toda. Dentro del mismo espíritu corporativo queda entramada la concepción clasista por sobre la conducta individual, y sin notarlo el rol consiste en permanecer en lo más profundo de esa integración. Una expresión clasista hasta llegar esta revalorización de la mujer como género, algo que puede cambiar el comportamiento del conjunto, en la clase ‘alta’  Argentina las relaciones sociales son la herencia que sostiene la cohesión social del privilegio y hoy día, de quienes presionan contra la movilidad del resto de la sociedad. Sin hablar de un serio ideario de clases, los ramplones libretos xenófobos, segregacionistas y baratos que recitan ‘ellos’ los mantiene en el ‘nosotros’, tozudos en darle reglas generales a un mundo que desconocen. Vale recordar que al sancionarse el voto femenino en Argentina y aplicarlo el gobierno peronista por 1950 por el fuerte impulso que a esa ley diera Eva Perón, la reconocida feminista Victoria Ocampo, figura señera de la oligarquía argentina que ya venía bregando por lo mismo, se opuso a ella ‘porque se trataba de una maniobra electoralista’. Un discurrir sectorial a ras del piso que suelen mostrar esos ‘nosotros’ que se sienten únicos en el mundo,  y a quienes si la realidad les demuestra una movilidad social que desprecian,  más la desprecian si no le atribuyen a ellos su eficacia. Chicos caprichosos, digamos. 

     Estos y otros rictus o cosmovisión de poder convence a ‘ellos’ de ser referentes de todo y así actúan. Aunque pierdan el manejo administrativo del gobierno no dejan de gestionar su posición mandante y hasta suponen que nadie lleva la cuenta de sus atrocidades ni conoce su actuación según clase dominante contra las mayorías desde nuestra fundación como país. Y  aunque retórico vale decir que los agroexportadores dueños de la tierra, por siempre vinculados a los intereses financieros internacionales, evasores impositivos y blanquedores de fortunas en paraísos fiscales, desde nuestro inicio como país estuvieron contra una igualitaria y responsable organización nacional. ‘Ante los señores de la tierra jamás se pudo’ suena  a certeza vergonzante y al caer el Irigoyenismo en 1930 como el Peronismo en 1955, - dos gobiernos electos con vocación progresista pero que ni amagaron una reforma agraria en esta geografía ‘castigada por la inmensidad’- esa clase alta se consolidó intacta y fortificada. Y al retornar ellos al poder fáctico y desembozado, se exhibieron discriminadores y feudales y aunque sin incidencia de los industriales también ricos pero menos primarios en las relaciones de capital y trabajo, ‘ellos’ persiguieron toda idea de organización laboral ya obtenida o creciente. De golpe la movilización sindical pasó a ser un delito penal y sin escándalo ni rubor ratificaron la enseñanza católica en una demostración lindante con la irracionalidad en un país más que afortunado por las variadas corrientes culturales que lo habitan. Pero claro, para ese medievalismo anormal actuaron ‘ellos’ y sus confesores frente al resto, ‘tan ignorable, pobres’, aunque el vaciamiento de creyentes en la misa y la disposición a nuevas maneras de la convivencia como abortos, matrimonios igualitarios y demás, el aporte divino ya acerca menos el cielo a los señores de la tierra.          

       Así en esta última quincena del año 2010 dentro y alrededor de la ciudad de Buenos Aires hubo varias ocupaciones ilegales de lugares públicos por gente que reclama su vivienda propia. Algo extemporáneo al agregarse no pocos inmigrantes de países limítrofes a la intrusión, donde fueron censadas varios miles de personas necesitadas y varios elementos sospechosos en un predio que debía cuidar el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, opuesto al central. Sin violencia la autoridad nacional los desalojó pero el clima de inseguridad pública quedó instalado y acicateado por los medios de comunicación y el desenfreno del gobierno opositor de la ciudad de Buenos Aires. Para desalojar a todos se lucieron algunos ‘barrabravas’ del desorden y el choque pagados nadie sabe cómo, pero los ocupantes en su mayoría eran familias de indigentes verdaderos y no hubo violencias mayores. Algo que la paleolítica derecha política del país no absorbió del todo al insistir en expulsar por la fuerza para luego, según hábito y costumbre, cargarle el precio político al enemigo de turno y en este caso, exigirle al gobierno constitucional evacuar la ocupación por la fuerza y capitalizar luego a su favor el costo político de la represión con armas de fuego. Un límite que Cristina Kirchner se niega a cruzar en esta instancia en que los monopolios  comunicadores del país en acuerdo con la derecha autóctona y perpetua, critican el Estado Ausente ante la inseguridad en una batalla más con el gobierno nacional que abarca también la nueva ley de comunicación audiovisual. Es sabido que los sectores más reaccionarios a una posible movilidad social en Argentina aguardan cualquier flaqueza institucional para arremeter y tumbar al gobierno actual, antes de llegar a una nueva elección de la presidente en octubre del 2011. Detrás de este manifiesto embate golpista no existe más que desactivar algo de lo actuado por esta administración contra sus intereses,  y de un golpe palaciego volver atrás no sólo lo sancionado en el rubro comunicaciones, sino también en los controles de las exportaciones, la posible averiguación de los dineros lavados en el exterior y otros avatares que inquietan a los dueños del Poder. Lo siguiente como la enumeración y antecedentes de actores, protagonistas y figurones secundarios puede esperar, en tanto sabemos que aunque cada  nombre resuene diferente todos ellos provienen de los mismos ‘nosotros’ sin idearios pero con esos libretos repetidos y siniestros que tanto hemos escuchado. dic.2010

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